JARDINES
IMAGINADOS
Una metáfora sobre la vida y el tránsito por ella.
Imaginamos nuestros jardines, los alimentamos, los hacemos crecer, regándolos con nuestro conocimiento y experiencia. Todo jardín esconde semillas dormidas (“semillas buenas y semillas malas (…) duermen en el secreto de la tierra”) y requiere cuidados y dedicación para evitar que de una pequeña semilla nazca una mala hierba que lo invada… como los Baobabs en el planeta de “El Principito”.
El jardín es un lugar inventado, una metáfora de un mundo irregular, complejo, móvil, abierto, cambiante, donde se narran historias de vida como si se tratara de textos estéticos… recorridos narrativos que guían la mirada del espectador.
“Jardines imaginados” es el tránsito entre lo vivido y lo que imaginamos vivir, entre lo experimentado y lo que deseamos experimentar, entre lo anhelado y lo que logramos al final. Es el espacio recorrido por senderos que se bifurcan entre el mundo íntimo y el que exponemos al exterior.